Naudys
Andrés Arcia Suarez, nació en Tucupita (Delta
Amacuro); vivió su infancia y juventud en Maturín (Monagas) y
actualmente reside en la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta.
Debido a una Celulitis en el párpado de un ojo que lo mantuvo en cama y
hospitalizado por tres (3) meses, se alejó de sus estudios, y le impidió culminar el Bachillerato. Desde
muy joven le tocó la responsabilidad de cuidar a sus cinco (5) hermanos menores.
En 1990 se trasladó a la Isla de Margarita junto a su madre,
cuando aún era menor de edad.
Un año después, en el mes de Julio fue forzado a cumplir con
el Servicio Militar, mientras conversaba con un compañero a las afueras de su
casa.
Recuerda como anécdota de esa época de su vida cuando por
error perdió sus botas, y tuvo que usar unas de tala menor. “Me incomodaba y
triplicaba el calor mientras entrenaba en el asfalto, creo que fue lo único
malo que me paso en la Escuela de Tropa Aérea Palo Negro”.
En la Base Aérea Teniente Luis Del Valle García, con menos de
un (1) año de Servicio Militar junto a dos compañeros “nuevos” fabricó unas barras (este era su deporte
favorito después del Tenis de Mesa) porque le gustaba la actividad física.
Entre sus recuerdos de la Fuerza Aérea Venezolana destaca su dirección como
encargado de las compras en el Comedor de Tropas.
En 1993 trabajó varias semanas en la Construcción y luego
como ayudante de entrenador en el Canódromo, hasta su cierre.
En 1994 comenzó a laborar como seguridad en los Ranchos de
Chana. Gracias al apoyo del Gerente de la Seguridad trabajó trabajó en un
Proyecto de aceras empedradas en el complejo Ranchos de Chana, aunque no tenía
conocimientos en el área de la construcción. Su habilidad con los números, y el
respaldo del Gerente General, al de
seguridad y al horario 12x24; cumplió sus tres labores
satisfactoriamente. Finalmente decidió quedarse con el contrato de aceras y
mantenimiento; “era lo que requería de más números y cálculos”, dijo.
Estas responsabilidades llegaron a generarle ganancias por
encima de ocho sueldos mínimos y motivó a viajar a Tucupita e invertir en la
Agricultura y Cría de Bovinos. Comenta que no le fue muy bien por la falta de
experiencia pero obtuvo innumerables conocimientos.
A finales de la década de los 90 en los Ranchos de Chana ya
no el trabajo no le traía bienestar y decidió hacer algo con su habilidad para
los números, que le generará ganancias. “Así esté en una cama Hospitalizado mis
días los quiero produciendo”, reflexionaba.
Pensó en varias opciones entre ellas la construcción, creyó
que sería lo más productivo “construir un edificio, un puente” pero al evaluar
los gastos y los conocimientos en el área desistió de esa idea.
“Tenía que inventar algo en lo que se involucraran más los
números y sus derivados porque era bueno con ellos”, además pensaba en que los
costos para llevar a cabo su idea no fuesen tan altos.
Uno de sus sueños en la secundaria era estudiar algo que
tuviese 10 materias relacionadas con las matemáticas.
Esta forma de pensar derivó en lo siguiente:
1988. Fabricó
una barra para ejercicio.
1995. Diseñó
y construyó una mesa para jugar tenis al lado del apartamento de su madre.
1997. Barras
para ejercicios, en Tucupita.
El 6 de Noviembre del 2000, fue bendecido con el nacimiento
de su primera hija, Neudy Nacary Arcia Medinas.
En el 2003 preparó un proyecto de mejoras para los Ranchos de
Chana (Mantenimiento, Construcción y Seguridad).
El 08 de Septiembre de 2006, Día de la Virgen del Valle,
Patrona de Oriente, dejó de trabajar a fin de ese mes en los Ranchos de Chana.
En Mayo de 2007 una semana antes del Fallecimiento de mi abuelo
en Maturín, comprobó que podía obtener mejores ganancias que con sus trabajos
anteriores, por medio de la estadística.
Viajó a la Ciudad de Maturín para asistir al funeral de su
abuelo y luego a Tucupita, allí vio una
publicación en un diario que lo impactó y al retornar a la Isla de Margarita, comenzó
a sacar probabilidades con un sistema parecido al aplicado a la estadística.
0 comentarios:
Publicar un comentario